Tejiendo esta lana, me he encontrado que estaba llena de nudos.... no es la primera vez que ha sido tejida y seguramente, a lo largo del tiempo, haya formado parte de otras muchas labores. Durante ese tejer y destejer, esta lana se ha deshilachado, se ha desgastado y se ha ido rompiendo. Pero nada ha sido desaprovechado....cada trocito de lana, por muy pequeño que fuese, tenía importancia y se ha ido uniendo a otros trocitos para formar una larga hebra y hacer con ella un precioso ovillo.
En el revés de la labor, han quedado los nudos como prueba de esas uniones y desuniones, como si fueran cicatrices o marcas que el tiempo deja. En el derecho, tiene la forma de un círculo que rodea a otros círculos: la forma geométrica que te lleva del principio al fin, para retornar de nuevo al principio. Esta lana, con tantas vidas, tenía que tener a la fuerza, la forma de un círculo.
Esta labor tiene derecho y revés....