Al pasar por un pueblo esta mañana, he visto esta colada tendida.
No he podido menos que parar el coche
y fotografiar esta exposición de arte del ganchillo.
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Un homenaje para la anónima tejedora.
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El débil sol del otoño
parece que también quisiera tejer puntillas
sobre las tapias blancas.
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Me encanta ¡
ResponderEliminar¡Preciosas fotos! Gracias por compartir la anécdota...
ResponderEliminarque hermoso , me parece tan bello ver estas cosas que seguro deben de tener un par de años !!
ResponderEliminarun beso guapa
Debió de ser de esas imágenes que te alegran el día!! Seria una maravilla que la dueña lo viera...que orgullo. Son unas fotos estupendas.
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