“Cuando no tienes inspiración, que las musas te encuentren trabajando”. Eso lo dijo Picasso.
No es que quiera compararme yo con Picasso, ni mucho menos, pero es que llevo una temporada de lo más tontorrona, de esas que quieres tejer algo pero nada te convence. Mirando que si aquí, que si allá, venga fotos en las redes con proyectos estupendos y yo sin labor que llevarme a las agujas.
Tengo la sensación que desde que estoy en Instagram, tejo mucho menos. Resulta que estoy viendo algo que me encanta, lo quiero tejer, pero entonces justo aparecen tres o cuatro cosas que me encantan aún más. Es abrumador.
Tejer es algo que debería ser lento y relajante y no convertirse en una carrera por tener el último modelo. Literalmente es imposible “estar a la última” a la velocidad que se publica. Creo que intentaré visitar Instagram mucho menos.
Recordé que tenía este chal de ganchillo a medio terminar y me puse a tejer.
::: Tejer es poder :::
Lana: 2 ovillos de Stop Lace Top (75% lana y 25% poliamida) (840 metros; color 231 en verdes, azules y marfil )
Aguja de ganchillo: 3mm
